Dr. Ygor Pérez Solf
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Médico - Cirujano
Ginecología - Obstetricia - Infertilidad


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jueves, 3 de noviembre de 2011

Ácido fólico y problemas de lenguaje.

Su principal función, la más extendida, es la de prevenir defectos congénitos del tubo neural, del cual se origina el sistema nervioso central, pero según nuevas investigaciones también serviría para prevenir retrasos en el lenguaje del bebé.

Entre las anomalías que el ácido fólico contribuye a evitar, las que se dan con más frecuencia siempre que existe un defecto del tubo neural son la espina bífida o anencefalia. Ambas suceden por un fallo en la formación de la médula espinal en el primer mes de embarazo. De ahí la recomendación de tomar ácido fólico desde tres meses antes del embarazo, para asegurarse de que las reservas de esta vitamina son suficientes en ese momento, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.

Pero el ácido fólico podría ser aún más útil de lo que creíamos hasta ahora. Porque según han podido observar un grupo de investigadores del Instituto de Salud Pública de Oslo, en Noruega, el aporte de ácido fólico desde las cuatro semanas anteriores a la concepción hasta al menos las ocho semanas de gestación se asocia con un menor riesgo de retraso en el lenguaje en el bebé.

Los autores del estudio hicieron un seguimiento a casi 39.000 niños y comprobaron que quienes menor riesgo de retraso en el lenguaje presentaban eran los hijos de aquellas participantes que habían tomado ácido fólico al comienzo del embarazo.

Aún es pronto para decir que hay una relación causal, pero de haberla, se podrían prevenir muchos trastornos a través de suplementos dietéticos en mujeres en edad reproductiva.

Se cree firmemente en esta hipótesis, ya que el ácido fólico es considerado “un alimento para las células”, un ayudante para la multiplicación celular, por lo que tiene sentido que su papel sea importante en distintas etapas del desarrollo.

Un punto más para el Ácido Fólico

jueves, 11 de agosto de 2011

La obesidad y el riesgo de aborto

Entre los muchos inconvenientes que genera la obesidad, el peor para una gestante es que puede conllevar problemas de salud diversos, y más a la hora de llevar adelante un embarazo.

Las mujeres obesas no sólo tienen más difícil concebir un hijo de manera natural sino que podrían incrementar el riesgo de aborto espontáneo una vez conseguido el embarazo.

Lo dicen los investigadores.

Esto se desprende de un estudio publicado en la revista “Fertility and Sterility”, donde investigadores de la Universidad de Sheffield, en Gran Bretaña.

En la investigación se incluyeron 16 estudios, y se tuvieron en cuenta tanto los embarazos naturales como los que fueron resultados de reproducción asistida. Los resultados mostraron que las mujeres con sobrepeso y obesidad eran hasta unos 67% más propensas a padecer abortos espontáneos que las futuras mamás con peso normal.

En el caso de mujeres sometidas a un tratamiento de fertilidad el riesgo fue incluso más alto.

Habrá que esperar nuevas investigaciones, aunque en cualquier caso recordamos que la obesidad no ayuda cuando se espera un bebé y puede traer complicaciones.

martes, 29 de marzo de 2011

Endometriosis, la enfermedad silenciosa

Los signos y síntomas de la endometriosis atacan a más de 15 millones de mujeres alrededor del mundo que sufren de este padecimiento; estos incluyen dolor menstrual, molestias y en algunos casos,  infertilidad.

Con el tiempo, los signos y síntomas de la endometriosis son más severos. Sin embargo, lo interesante aquí es que algunas mujeres no experimentan ningún síntoma, salvo el malestar normal previo a la menstruación y, en otros casos, no experimentarán nada que les haga sospechar que la padecen.

Primer aviso: el dolor.
El síntoma más común al que muchas mujeres tienen que enfrentarse es el dolor pélvico. Este dolor es más intenso antes del inicio del periodo menstrual y se incrementa con el flujo menstrual.

Con la endometriosis, el tejido endometrial se adhiere a otros órganos del cuerpo como las trompas de Falopio, el intestino, los ovarios, la vejiga y el recto. El tejido sangra en el momento de la menstruación y puede causar dolor severo.

Como tal, los signos y síntomas incluyen dolor al defecar, durante el acto sexual, manchado premenstrual, así como los períodos abundantes y frecuentes. El dolor abdominal experimentado normalmente se localiza en la parte inferior del abdomen y empeora a medida que progresa la enfermedad.

Otros síntomas incluyen dolor en el área pélvica, así como dolor de la espalda baja. Este dolor también puede irradiar hacia las piernas si se ve agravada por la menstruación o las relaciones sexuales.

Otros incluyen el aumento de infecciones por hongos, baja energía y fatiga, estreñimiento o diarrea, depresión e irritabilidad, dolores de cabeza y mareos, dolor al orinar o frecuencia, vómitos, náuseas, calambres y síndrome premenstrual, antes y después de su período.

Embarazo como cura de la endometriosis.
Aunque parezca increíble, Los signos y síntomas de la endometriosis disminuyen con el embarazo. De hecho, la progresión de enfermedades disminuye durante este tiempo. Del mismo modo, disminuyen los síntomas al entrar a la menopausia, debido a la caída de estrógenos en el cuerpo por el 40% a 60%.


En algunos casos, la progesterona natural puede ayudar.  Pero una vez diagnosticada la endometriosis, tu especialista explorará varias opciones de tratamiento, que podría incluir terapias alternativas, medicamentos y soluciones quirúrgicas, etc.


Lo más recomendable es visitar a tu especialista de confianza. Juntos podrán encontrar la solución ideal a tu problema. ¡Suerte!